Sabemos que la situación con los supermercados al inicio de la pandemia no fue fácil y es que muchos de ellos se vieron completamente desabastecidos producto de la preocupación de la gente por no acceder a los alimentos durante el periodo de confinamiento. Si bien este período parece haber pasado, hay una pareja que decidió dejar el consumismo y comenzar una vida alejados de las góndolas.
¿Cómo funciona esto? A partir del cultivo y criadero de animales, Chris Hall y Stefanny Lowey han decidido dejar la tienda de abarrotes por un año para lograr alimentarse en base a lo que tengan en casa y no depender de un lugar para poder comer.

La pareja, proveniente de Canadá, vivió el desabastecimiento muy de cerca y fue una situación que realmente no les gustó. Por eso, tomaron la decisión de cultivar todo en casa, pero no solo hablamos de verduras o proteínas, sino que hasta el azúcar, sal y harina lo fabrican ellos mismos.
Esta decisión la tomaron a mediados de agosto y ahora la pareja ya lleva más de cinco meses disfrutando de productos 100% naturales, orgánicos y sin asistir a un supermercado para nada.

“Siempre ha sido algo que hemos querido hacer. Tenemos un huerto y cultivamos verduras desde hace mucho tiempo. Cuando golpeó la pandemia, nos dio ese impulso adicional que necesitábamos para hacerlo. Ambos estábamos sin trabajo cuando comenzamos (ambos volvimos a trabajar ahora en diferentes trabajos), y con la verificación de la realidad de las tiendas de comestibles que se estaban quedando sin artículos, nos dio aún más motivación para ver si podíamos arreglárnoslas por nosotros mismos“.
—dijo Chris Lowey a Metro UK—.

Así comenzaron de a poco para lograr un jardín lleno de productos. Por ejemplo, inicialmente construyeron un gallinero para pollos, patos y pavos. Luego comenzaron a estudiar dónde conseguirían todas las cosas que necesitaban: “Tuvimos que aprender muchas cosas nuevas como cultivar hongos, procesar nuestras plantas de Stevia y cosechar sal del océano” dice Chris.

A pesar de que suena un panorama ideal, lo cierto es que en un comienzo la experiencia fue “desafiante” y es que sus cuerpos bajaron sus energías, desacostumbrados a un estilo de vida alejado de la cafeína, el alcohol y el azúcar.

De hecho, ambos mostraron sus cambios físicos tras cinco meses con este estilo de vida y los resultados son realmente significativos.

Por el momento, Chris y Stef se mantendrán así por todo un año y luego de que terminen los 365 días, pretende seguir viviendo así la mayor parte del tiempo. Eso sí, Chris asegura que “definitivamente estamos deseando tomar un café y comer en un restaurante donde no tengamos que lavar los platos”.
Actualmente están documentado su experiencia en un canal de YouTube que ya cuenta con más de 3.000 suscriptores y donde esperan también proponer desafíos ambientales.